Mucho se habla de los smartphones y de las herramientas que podemos llevar en estos. Nos ofrecen rápido accesos a sitios bancarios, buscadores, aplicaciones de oficina, software de comunicación y hasta utilidades de recreación y redes sociales. Pero... ¿Sé ha detenido a pensar que más que un teléfono, lo que lleva en la palma de la mano es una computadora? Bueno si no lo ha pensado, ahora si lo sabe. Esta idea no es para alarmarse pero si para tener precaución a la hora de su utilización.
No muchos saben que, así como una computadora puede infectarse con cualquiera de las variedades de programas maliciosos (virus, troyanos, malware, rootkit, etc), un smartphone también puede ser víctima de estos programas. Entonces es bueno tomar algunas medidas para que no suframos robo de información o de identidad. (Según estudios realizados por Alcatel-Lucent en el 2014 el malware para móviles igualó por primera vez a los de escritorio).
Las recomendaciones son simples, lo primero es instalar un buen antivirus y que también nos sirva de geolocalizador por si extravíamos en teléfono o sufrimos un robo (LEER Soluciones-antivirus-para-android). Con esto solo cubrimos parte del problema. Como sabemos que los virus disponen de un periódo ventana de unos meses hasta que los antivirus logran su detección, es bueno ser precavido a la hora de descargar e instalar aplicaciones. Lo ideal es no instalar aplicaciones de fuentes desconocidas y solo aquellas bajadas del Google Play y sobretodo prestar antención con aquellos permisos que solicitan a la hora de instalarse. (Pensemos que si estamos instalando una apliacación para retoque de fotográficos y nos solicita acceso completo a los permisos es porque es una aplicación maliciosa o porque va a hacer usos de esos datos. Por ejemplo, los contactos).
Además y como recomendación personal, asignen a su smartphone un objetivo a cumplir. Con esto me refiero que si lo vamos a utilizar para recreación, no lo utilicemos para acceder a los portales bancarios, o si bien, lo vamos a utilizar con fines laborales, evitemos la instalación de aplicaciones sin estos fines.
Y por último, si notamos que nuestro teléfono se pone lento, se comporta de manera extraña, detectamos uso de la red de datos mientra que no lo estamos utilizando o se nos abren ventanas y/o aplicaciones sin que nosotros las ejecutemos, podemos estar en un caso de un smartphone infectado.
También recomendamos leer de nuestro blog: En que fallamos cuando se quiere proteger la información.
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